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Hace unas semanas se publicó en JAMA (Journal of the American Medical Association) un estudio clínico de Noto et al., en el que la higiene diaria con toallitas impregnadas de clorhexidina (CHG) no consiguió reducir las tasas de infección nosocomial en las cinco UCIs de un gran complejo hospitalario.
Desde entonces, varios de nuestros colaboradores nos han preguntado por dicho estudio y sus implicaciones. ¿Deberían replantearse de nuevo sus políticas de descolonización en la UCI? ¿Hay razones para dudar de la eficacia de la higiene con clorhexidina, tal y como se propone en programas como Resistencia Zero? ¿Queda entredicha la estrategia de Descolonización Universal que tan espectaculares resultados ofreció en el Reduce MRSA Trial (2013)?
Los resultados del estudio de JAMA han generado polémica en el sector y se ha publicado y debatido bastante sobre el tema, haciendo referencia a las limitaciones de dicho estudio y a las sorprendentemente bajas tasas de infección en la UCI del Vanderbilt.
Veamos con mayor detalle las limitaciones del estudio, para entender el porqué de los resultados del mismo y poder dar respuesta a las dudas que genera:
Nos parece pues que es como si los autores llegaran a la conclusión de que el uso de un casco protector no ofrece ventajas en la reducción de lesiones craneales… en una pacífica zona peatonal. Seguramente las conclusiones serían distintas si incluyéramos edificios y zonas en obras, con tasas de accidentalidad mucho más altas.
En la misma línea, os invitamos a leer dos de los artículos más interesantes que se han publicado al respecto: uno aparecido en el PulmCCM Journal, y otro en el ICT Infection Control Today.
Por otro lado, la aparición de resistencias bacterianas, promovida por el uso extendido de la clorhexidina, es otra de las preocupaciones que expresan los autores. No obstante, a día de hoy, esa preocupación parece exagerada:
Casi al mismo tiempo que Noto et al. publicaban su estudio, se hacía también público en el ICHE (Infection Control and Hospital Epidemiology) un modelo, a escala nacional, de evaluación del coste-eficacia de distintas estrategias de prevención de la colonización e infección por SARM en las UCIs. En este modelo, la descolonización universal (CHG corporal + mupirocina nasal), acompañada o no por precauciones universales de contacto (UCP), se revela como la estrategia más rentable.
De este modo, todo parece indicar que el consumo de clorhexidina en las UCIs está justificado y va a seguir incrementándose. ¡Al menos hasta que se alcancen tasas de infección tan envidiables como las del Vanderbilt University Medical Center de Nashville!
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